✍🏼 Según varias fuentes, entre ellas la Wikipedia, el poeta Alejandro Campos Ramírez, que se hizo llamar Alexandre de Fisterra, por su lugar de nacimiento, en 1919, fue el inventor del futbolín, en su versión española, para algunos el primero en el que los muñecos tenían piernas; aunque todo esto queda bastante en entredicho a lo lar- go de este relato.
Todas las historias que podemos encontrar en Internet, cuentan que Alexandre quedó sepultado en 1936 en los bombardeos de Madrid, por lo que fue trasladado a Monserrat, donde conoció a otros niños heridos, siendo entonces cuando tie- ne la idea del futbolín. Según esta versión, le confió a su amigo Francisco Javier Altuna, un carpintero vasco, la fabricación del primer aparato, pero no pudo conseguir que su invento fuese fabricado a nivel industrial porque según él todas las fábricas de juguetes se dedicaban a producir armas para la guerra, no obstante patentó su invento en Barcelona en 1937, a la vez que un pasahojas para partituras, accionado con el pie, creado para una chica pianista de la que estaba enamorado.
Lo primero que sorprendente de todo esto es que un chaval de 18 años, siendo aún menor de edad, ya que por aquel entonces la mayoría se adquiría a los 21 años, hubiera podido hacer todas estas cosas, y en plena guerra civil.
En algún momento antes de 1948, ya que en ese año según él cuenta está en París, decide exiliarse a Francia cruzando los Pirineos a pie y durante el viaje pierde el documento de la patente y el borrador de una novela que llevaba consigo.
La vida y aventuras de Alexandre continúan en Centroamérica y México hasta que, una vez muerto Franco, regresa a España y se instala primero en Aranda de Duero y luego en Zamora, donde fallece en 2007.
👉🏻 La digitalización de las patentes y modelos de utilidad antiguos llevada a cabo por la Oficina Española de Patentes (OEPM), a finales de 2012, pone al descubierto algunas incongruen- cias de esta historia.
En primer lugar, todo parece indicar que Alexandre no se exilió cuando decía, porque sus modelos de utilidad, de un juego de mesa ES0012937 y del citado pasahojas ES0012583, le sitúan en Madrid en 1946, lo cual pudiera ser coherente con el relato que se hizo de su vida, pero un segundo modelo de utilidad ES0067112 de un juego de mesa mejorado del anterior, solicitado en 1958, lo sitúa en otro domicilio, pero también en Madrid.

Así pues, sus aventuras en Guatemala y la fantasiosa huida secuestrando el avión en el que lo habían embarcado “agentes especiales españoles” allá por el año 1952, parecen más bien un episodio de sus novelas, que de la vida real, máxime si por aquel entonces parece probado que residía en Madrid.
Pero, independientemente de todo esto, podemos asegurar que este personaje tampoco fue el inventor del futbolín, por varios motivos. El primero es que sus dos juegos de mesa guardan un cierto parecido con este artilugio, pero no dejan de ser juegos que se desarrolla en un tablero; y si verdaderamente hubiera sido el inventor del mismo podría haberlo vuelto a patentar sin ningún problema, al no haberse divulgado su supuesta patente anterior (aquella que perdió en los Pirineos y que aún hoy no aparece por ningún lado). De hecho, esto fue lo que hizo con el pasahojas ya que, si como él afirmaba lo había patentado en 1937, sin ningún reparo lo volvió a solicitar a través del modelo de utilidad ES0012583, en 1946. El segundo motivo que también llama la atención es que cuando solicita el último modelo de utilidad, en Madrid, en 1958, ya había otras patentes y modelos en España de este artilugio y no consta ninguna reclamación por su parte; su historia la cuenta cuando retorna a España en los años ‘80.
Mientras tanto, José Figueras Jaumandréu, de Barcelona, patentó en 1947 ES0179225 un futbolín del que se ha perdido la memoria en la OEPM, pero en la Adición ES0180226 a esta patente se protege un taco de material elástico colocado entre la guía de la varilla de accionamiento y la empuñadura o mando de la misma, el cual se desplaza conjuntamente con dicha varilla actuando de amortiguador de las percusiones que sufren la pared de la mesa de juego y la mano de la persona que acciona las figuras del mismo; lo que define a la perfección un futbolín actual.
👉🏻 Las Adiciones a las Patentes han tenido una larga tradición en España, pero escasa trascendencia su registro; además, es una modalidad muy poco habitual en el ámbito internacional, por lo que quedan suprimidas en la Ley de Patentes, de 2015. Las adiciones eran como una extensión de la Patente principal y por tanto tienen la duración que le resta a ésta y en consecuencia, no pagan anualidades.
👉🏻 Otro motivo de peso que permite asegurar que es- te poeta gallego no es el verdadero inventor del futbolín, lo constituye el hecho de que anterior- mente este aparato lo había desarrollado y patentado GB205991 el inglés Harold Searles Thormton, 15 años antes, en 1923.
🇺🇸 En los Estados Unidos, Louis Thornton, tío del anterior, lo patenta US1615491 dos años más tarde, en 1925.

Ambos tenían una sola pala en lugar de las piernas del jugador, pero curiosa- mente, mientras que el británico sitúa portero- media y los centrocampistas seguidos, por detrás de la delantera contraria, y con una distribución 2-3-5; el norteamericano ya coloca las líneas como actualmente, o sea portero y defensa son los que se enfrentan a la delantera contraria y la distribución que utiliza es 2-5-3.
Actualmente el futbolín sigue teniendo sus adeptos y de hecho existe un campeonato mundial de este juego, pero ha evolucionado muy poco desde los años ‘50
Se me ocurre, que una forma de darles mayor interés a las partidas y campeonatos de futbolín, sería dejándole escoger a cada equipo la distribución que desea emplear, un 4-3-3 o un 4-4-2, etc., dependiendo del rival, o del marcador; para lo cual lógicamente las figuras deberían ser desmontables y poder cambiarlas de forma rápida, incluso durante el desarrollo de la partida, entre gol y gol.