Historias de Patentes (XXVIII) La electrónica 1948

Autor

iPamark

Publicado

14/08/2024

✍🏻 Después de la invención de la radio, por Marconi o cualquier otro de los muchos que intentaron y crearon emisores y receptores de señales electromagnéticas; el gran problema existente era que la amplitud de la señal era muy baja, por lo que la distancia entre antenas tenía que ser corta y a pesar de ello la audición no era buena.

Fue Thomas Alva Edison, quien en 1880 descubrió que cuando añadía a una de sus lámparas incandescentes de vacío (o bombilla) un segundo filamento con carga positiva (llamado placa), se originaba una corriente eléctrica estable que iba en una única dirección desde el filamento incandescente (o cátodo) hacia el cargado positivamente (o ánodo). Edison no entendió para qué podría servir aquello, pero como era muy previsor, decidió patentarlo US307031 y a aquella curiosidad se le comenzó a llamar “efecto Edison“.

Pero no fue hasta 1904, con la patente de Edison ya caducada, cuando el británico John Ambrose Fleming descubrió, que el efecto Edison podíaemplearse para pasar de corriente alterna a continua (AC/DC), circuito que se conoce como rectificador.

Fleming construyó y patentó US803684 la primera válvula de vacío (conocida como diodo) y rápidamente se dio cuenta de que su dispositivo podía ser justamente lo que Marconi andaba buscando para detectar ondas de radio a mayores distancias. Esta válvula (diodo) al calentarse permitía circular la corriente eléctrica únicamente en una sola dirección y fue el primer detector y rectificador electrónico de ondas de radio de alta frecuencia que existió.

A principios de 1907, en Estados Unidos, Lee De Forest tiene entre manos el invento que revolucionará la radio: el triodo. Se parece mucho a la bombilla de Edison y al diodo de Fleming, pero este tenía un filamento más, al que llamó rejilla, que permitía controlar la cantidad de electrones que pasaban entre el ánodo y el cátodo US879532. Descubrió que bastaba aplicar una pequeña carga a la rejilla para aumentar la potencia de la corriente que fluía desde el cátodo hasta el ánodo; sorprendido se dio cuenta de que acababa de inventar el amplificador.

El triodo se convirtió en un componente revolucionario y fundamental en los nuevos sistemas de telefonía, y además permitió amplificar las señales de radio haciendo que, mediante estaciones repetidoras, una emisora pudiera radiar información a larga distancia. Forest fue uno de los inventores más prolíficos que han existido en este terreno y se le considera por ello como el padre de la electrónica.

Pero lo mejor estaba por llegar, en 1948 John Bardeen y Walter H. Brattain, consiguieron desarrollar en la práctica, un amplificador de estado sólido, al que denominaron transistor. No obstante fue su jefe de equipo William Bradford Shockley, que no había participado directamente en este descubrimiento pero que había aportado la idea original, quien siguiendo su propia línea de investigación y en poco más de un mes consiguió poner a punto un nuevo transistor del tipo denominado de unión, que patentó a su nombre US2569347 el 26 de junio de 1948.

Shockley inventó y patentó varios componentes electrónicos más, todos ellos de estado sólido, o basados en semiconductores, entre ellos destaca el diodo Zener, que patentó en 1955 US2855524. A pesar de esta discordia inicial, los 3, recibieron en 1956 el premio Nobel de física por esta invención, que vendría a revolucionar la industria electrónica y particularmente las telecomunicaciones.

Después vendría la invención del chip, que no es más que un circuito que integra en una pastilla de material semiconductor miles de transistores. Hoy en día puede albergar 9 millones por mm2. En España, aún hoy en día, cuando se habla del transistor, una parte de la población cree que hace referencia a un aparato de radio portátil. Para entender el motivo de esta dicotomía hay que retroceder a los años ‘60 cuando los aparatos de radio eran unas grandes cajas, con un dial que se movía a lo largo de una escala de frecuencias, las cuales solían tener frontalmente una rejilla para que las voluminosas lámparas (tríodos) del interior pudieran evacuar el calor que generaban. Estos equipos solo funcionaban en AM y requerían una toma de corriente y en zonas rurales un estabilizador de tensión, debido a los bruscos descensos de esta magnitud, que se producían por aquella época cuando el vecino conectaba la ordeñadora o alguna otra máquina potente a la red.